El conjunto arqueológico de la Covatella, también llamado conjunto arqueológico de las Eras del Barranquet, muestra la existencia, por un lado, de un camino íbero, del cual se conservan 60 metros de longitud, donde se pueden observar perfectamente las aceras. Este tramo formaría parte de un camino muy importante en la antigüedad, según los hallazgos arqueológicos, que comunicaba Edeta-Llíria con la costa del golfo de València. El camino está cortado por un acueducto de 84 metros de longitud, de roca calcárea de cronología incierta.

Por otro lado, encontramos el canal de riego de época andalusí. Tradicionalmente, se había considerado una construcción romana, pero el estudio detallado del elemento y los datos arqueológicos que se han obtenido han determinado la adscripción cronológica a la época islámica. El yacimiento es  fácilmente visitable por la proximidad a la Autovía València-Ademuz y conecta con el casco urbano mediante un carril bici y de peatones. Se encuentra dentro del catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de la población como Bien de Relevancia Local.

Los trabajos arqueológicos de finales de la primera década del XXI han servido para recuperar una cisterna del siglo XVI en la Pobla de Vallbona, se trata de una estructura hidráulica muy importante. En la primera intervención arqueológica, en febrero y marzo de 2018, se hicieron unas calas y se ubicó con precisión su localización, también se sacó a la luz parte de la estructura de la cisterna.

Entre 2018 y 2019 otra intervención descubrió totalmente la cisterna, fue una excavación en área abierta de 14 m x 10 m x 8 m profundidad. Se llegó a un gran depósito, de 11 m x 8 m x 8 m y una capacidad de 900.000 litros, con dos vueltas y dos arcos de piedra calcárea que se apoyan en un pilar, el depósito se abastecía de agua desde la Acequia Primera, tiene un revestimiento hidráulico. Hay una escala con 32 peldaños de piedra en buen estado de conservación, al fondo hay una fuente. La Cisterna sirvió en la Guerra Civil como refugio antiaéreo.

En el actual parque estaba el cementerio parroquial de origen medieval de la Pobla de Vallbona, ya existía en el siglo XIV y como era costumbre se ubicó junto a la iglesia. Tenemos vestigios del antiguo cementerio y se conservan dos estrellas discoidales del siglo XIV. Son dos estructuras monolíticas, discos con una cruz latina en el anverso y el reverso sobre el pie troncocónico. Colocadas en disposición vertical, delimitaban y señalaban donde estaba un entierro, una es de piedra calcárea con una altura de 55 cm, la otra es de piedra blanda y tiene una altura de 61 cm.